Luis Martín Bogdanovich : “Hay que animarse a conocer los tesoros que resguarda Barrios Altos”.

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Luis Martín Bogdanovich, gerente de ProLima, brindó una entrevista a Barrioaltina. Durante la conversación, Bogdanovich destacó las iniciativas impulsadas por ProLima para restaurar el patrimonio arquitectónico, mejorar la calidad de vida de los vecinos y promover el turismo cultural de Barrios Altos. Además, abordó los retos que implica la intervención en un espacio con alto valor histórico y patrimonial, así como la importancia de la participación ciudadana en estos procesos de revitalización urbana.

¿Cuál es la visión general que tiene para Barrios Altos dentro del proyecto de recuperación del Centro Histórico de Lima? 

Hablar del Centro Histórico de Lima es hablar de Barrios Altos. Desde la Municipalidad de Lima y Prolima lo vemos y valoramos de esa manera. Sin embargo, es cierto que el ensanche del jirón Abancay en la década de 1940 creó una barrera urbana entre Barrios Altos y el resto del centro histórico. Por eso, el Plan Maestro busca reunificar ambas zonas en etapas progresivas: la primera parte son los proyectos ejecutados y en ejecución, como las cuatro iglesias que estamos restaurando ahora mismo en Barrios Altos (Trinitarias, Nuestra Señora del Prado, Santiago Apóstol del Cercado y Santo Cristo de las Maravillas). Luego vendrán proyectos como la peatonalización de los jirones Áncash y Junín, y la puesta en valor del Hospital Real de San Andrés, la iglesia Santa Ana, el monasterio de las Descalzas, la plaza Italia, la plazuela de la Buena Muerte, la Quinta Heeren y el Buque, entre otros. Más a largo plazo vamos a soterrar la avenida Abancay, un mega proyecto que, precisamente, nos permitirá recuperar la unidad urbana del Centro Histórico de Lima. 

¿Cómo ha involucrado a los vecinos de Barrios Altos en los proyectos de recuperación? 

Los vecinos son custodios de la memoria colectiva y las enraizadas tradiciones del Centro Histórico de Lima. Su aporte es vital para los estudios preliminares en proyectos de conservación tan especializados como los que ejecutamos; además, son aliados estratégicos en la correcta conservación de los espacios públicos e inmuebles recuperados. Un ejemplo reciente se dio con la iglesia de la Buena Muerte, que entregamos en julio de 2024. Antes de iniciar la obra convocamos a un grupo de vecinos para contarles del proyecto y recibir sus comentarios y opiniones. También definimos la mejor estrategia para mantener un acceso a la clínica San Camilo, que funcionó durante toda la ejecución del proyecto. Luego, en abril de 2024, los volvimos a convocar para que conozcan en campo y al detalle cómo se ejecuta la restauración, incluso participaron en la restauración de algunos sectores bajo supervisión de nuestro equipo. Esa es la premisa que queremos replicar en el resto de proyectos. 

¿Qué papel juega la identidad cultural de Barrios Altos en la planificación de su recuperación?  

El Centro Histórico de Lima está inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de Unesco gracias al conjunto de rasgos y características que forjan su identidad, tan auténtica como excepcional. En ese sentido, el Plan Maestro que venimos ejecutando tiene el objetivo de recuperar, preservar y poner en valor la identidad que define a nuestro casco antiguo, traducida en su patrimonio material e inmaterial. Ese que Barrios Altos atestigua y resguarda. 

Campanario de la iglesia de Nuestra Señora del Prado.
FOTO: VICTOR IDROGO/DIARIO EL COMERCIO

¿Qué impacto espera que tenga la recuperación de Barrios Altos en la economía local? 

El impacto de la restauración física de un inmueble va mucho más allá de lo material. Por ejemplo, ya restauramos la iglesia de la Buena Muerte, a la que se sumará la plazuela adyacente y el templo de las Trinitarias. Con eso vamos a cambiarle el rostro al cruce de los jirones Áncash y Paruro, incrementando su atractivo turístico y revalorizando todo el entorno, en beneficio de los vecinos. La futura peatonalización del jirón Áncash incrementará el flujo de personas a pie, lo que conlleva al aumento de la inversión privada para la mejora de los locales comerciales existentes y la apertura de nuevos negocios, como restaurantes, markets o cafeterías. Es un círculo virtuoso que va mucho más allá de la restauración de un inmueble patrimonial. Esa misma dinámica podrá replicarse en otros puntos álgidos de Barrios Altos, como la Quinta Heeren, que sin duda se convertirá en el epicentro turístico y uno de los lugares más visitados de todo el Centro Histórico de Lima. Además, la restauración del Hospital Real de San Andrés tendrá el valor agregado de convertirse en una escuela de Saberes y Oficios Tradicionales, captando a jóvenes estudiantes de Barrios Altos que, más adelante, podrán sumarse a la puesta en valor de nuestro patrimonio. 

¿Ha considerado programas para capacitar a los residentes en temas relacionados con el turismo y el patrimonio? 

Tenemos programado afianzar la relación con los vecinos de Barrios Altos mediante charlas y visitas a los proyectos que tengamos en ejecución, como el caso que comenté en la iglesia de la Buena Muerte. La parte turística la estamos manejando a través de la marca destino “Lima, Ciudad de los Reyes”, presentada en 2024 y dedicada a fortalecer el potencial turístico de nuestro casco antiguo. Ya hemos habilitado cuatro casetas de atención y asistencia al turista con mucho éxito, y vendrán más. Entre sus tareas también está la organización de recorridos guiados en los más atractivos del Centro Histórico, a los que se sumarán el Hospital Real de San Andrés y las cuatro iglesias que estamos restaurando ahora mismo en Barrios Altos.

¿Qué alianzas se han establecido con otras instituciones, públicas o privadas, para apoyar la recuperación de Barrios Altos? 

En mayo de 2023 la Municipalidad de Lima firmó un memorándum de entendimiento con la Agencia Francesa para el Desarrollo, que busca financiar proyectos para una recuperación sostenible del Centro Histórico. El compromiso es por un préstamo de S/ 247 millones para adquirir y restaurar la Quinta Heeren, El Buque y la Casa Echenique, que están en un estado grave de deterioro. Los dos primeros son inmuebles emblemáticos de Barrios Altos para los cuáles ya hemos presentado un proyecto de expropiación al Congreso de la República. Esperemos que el proyecto pueda aprobarse pronto para efectuar el pago a los propietarios, acorde a una tasación objetiva del Ministerio de Vivienda, e iniciar la anhelada restauración. Serán dos satélites importantísimos para el Centro Histórico. Esa es una de las principales alianzas que tenemos en lo que respecta específicamente a Barrios Altos. Como entidad también venimos trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Getty Conservation Institute y el Banco de Desarrollo de América Latina, además del monasterio del Prado y entidades como el Archivo General de la Nación o la Compañía General de Bomberos del Perú. 

Jirón Lampa, frente a la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad.
FOTO: PROLIMA

¿Cómo se imagina Barrios Altos dentro de diez años si se cumplen los objetivos del proyecto de recuperación? 

El Plan Maestro para el Centro Histórico de Lima tiene una proyección al 2035, cuando Lima cumpla 500 años de su fundación. Hoy por hoy los avances en el camino son más que auspiciosos. Acaso el paso más importante es la aprobación de la Ley N°31980, que garantiza un presupuesto anual para la revitalización del Centro Histórico de Lima de aquí en adelante. Por otro lado, quiero destacar la restauración en paralelo de cuatro iglesias solo en Barrios Altos, cinco si le sumamos el recién entregado templo de la Buena Muerte. Se trata de algo nunca antes visto en la ciudad, como parte de un proceso integral admirado en toda la región. Tan solo este 2025 tendremos esas iglesias restauradas, algo que no solo influye en el paisaje urbano de Barrios Altos y su potencial como destino turístico, sino también en la revalorización de su identidad, el fortalecimiento de su cultura y el orgullo de sus vecinos, quienes son guardianes de su vasto patrimonio. Desde Prolima seguimos trabajando para terminar los proyectos iniciados con la excelencia que nos caracteriza, y para sacar adelante los venideros. En diez años, los limeños sin duda podrán ver grandes avances en este ambicioso objetivo. 

¿Qué le diría a quienes todavía ven Barrios Altos como una zona abandonada o peligrosa? 

Es recurrente que las personas no valoren lo que no conocen. Por eso es tan importante difundir a través de medios como este la riqueza de una zona como Barrios Altos, tanto a nivel de historia como de patrimonio. El paso del tiempo y la desidia han dañado muchísimo, es cierto, pero el objetivo de la Municipalidad de Lima y la gestión del alcalde Rafael López Aliaga está puesto en revitalizar su patrimonio para mejorar la calidad de vida de sus residentes. Hay que animarse a conocer los tesoros que resguarda Barrios Altos, algo que yo tuve la suerte de hacer desde mis primeros años como estudiante. Pronto, más personas podrán disfrutar de espacios públicos, iglesias e inmuebles que durante años no tuvieron el mantenimiento o cuidado adecuado, pero que ahora están siendo recuperados.